Del 12 al 14 de noviembre de 2025, la ciudad de San Salvador de Jujuy se convirtió en el epicentro nacional de la agroecología al recibir el IV Congreso Argentino de Agroecología. El evento, organizado por la Universidad Nacional de Jujuy junto a redes y colectivos agroecológicos, reunió a más de mil participantes provenientes de distintas provincias argentinas y de países vecinos como Brasil, Bolivia, Chile y Perú.
Bajo el lema “Tejiendo redes entre ciencia y tradición al abrigo de la Pachamama”, el encuentro buscó fortalecer el diálogo entre saberes ancestrales y conocimiento científico, consolidando a Jujuy como un territorio clave para la construcción de alternativas productivas sustentables. Durante tres días se desarrollaron conferencias magistrales, mesas temáticas, talleres prácticos y una feria agroecológica que permitió visibilizar experiencias locales y regionales. También hubo muestras audiovisuales y una peña folclórica que celebró la cultura jujeña, reafirmando la identidad territorial como parte esencial de la agroecología.
Los ejes centrales del congreso giraron en torno a la producción sustentable, la soberanía alimentaria, el cambio climático y la articulación entre comunidades campesinas, instituciones educativas y equipos de investigación. Entre las experiencias compartidas se destacaron proyectos de agricultura urbana y prácticas solidarias que muestran cómo la agroecología puede ser una respuesta concreta frente a la crisis ambiental y alimentaria.
El Congreso fue definido por sus organizadores como “un latido colectivo, una celebración de la vida en armonía con la naturaleza”, reafirmando la cosmovisión andina que reconoce a la Pachamama como fuente de vida y prosperidad. Con este espíritu, el IV Congreso Argentino de Agroecología dejó en Jujuy un mensaje claro: la agroecología no es solo una práctica productiva, sino también una estrategia de transformación cultural y territorial que abre nuevas oportunidades para el futuro de nuestras comunidades.
Relevancia para el CEDAF
Este encuentro refuerza la importancia de la agroecología como camino de transformación territorial y cultural, y abre nuevas oportunidades de articulación para proyectos locales en Jujuy y el país. La presencia de instituciones, comunidades y emprendedores demuestra que la agroecología no es solo una práctica productiva, sino también una estrategia de soberanía alimentaria y resiliencia frente a los desafíos globales.
